lunes, 18 de julio de 2011

ACCIDENTE EN EL ACONCAGUA

El día 28 de diciembre de 1999, un grupo integrado por 11 personas, 10 miembros de Agreste Sur y un invitado, ingresamos al Parque Provincial Aconcagua, siguiendo el curso del río Vacas. El 30 de diciembre establecimos nuestro campamento base en Plaza Argentina (4200 m.s.n.m.), pasamos una etapa de aclimatación que duró hasta el día 7 de enero del año 2000, subiendo y bajando para abastecer los campamentos de altura Uno y Dos. El 7 nos instalamos en el Campamento Dos a 5850 m.s.n.m., permanecimos un día allí para descansar, esperar una mejoría del tiempo y para conseguir una mejor aclimatación, ya que desde allí se intentaría la cumbre.
Los objetivos planificados para esa temporada estaban fraccionados; por un lado el equipo integrado por Toni Rodríguez como jefe de expedición, intentaría la cumbre por la ruta de la Travesía de Polacos, la que se une a la normal a los 6350 m.s.n.m. acompañado en este intento por Laura Poljak, Miguel Guillén el invitado del grupo G.A.E.M.N., Sofía Teper, Williams Martínez, Andrés López Alaníz y Sergio Urra.
El otro grupo, más avanzado técnicamente, estaba integrado, por Gustavo Martín, Germán Brena, Walter Toconás y Daniel Morales, Ellos lo intentarían por la ruta Directa del Glaciar de los Polacos.
El día 9 a las 4,15 AM salió el grupo hacia la Ruta Directa de Polacos y a las 4,30 hicimos lo propio los que intentaríamos la Travesía.
Por razones físicas y de seguridad regresaron al Campamento Dos, tres de los miembros del grupo de la Travesía, Laura Poljak, Sergio Urra y Sofía Teper. Los cuatro restantes continuamos hasta alcanzar la cumbre a las 16:30 horas. Desde allí nos fue imposible contactar radialmente con el otro equipo y solo lo hicimos con un Guardaparque. Volvimos al Campamento Dos, pasadas las 20,00 hs. allí nos enteramos del lamentable suceso de la caída y muerte de nuestros amigos, constatada por otros montañeros que los visitaron y aseguraron su deceso.
No hubo testigos oculares de ese hecho, pero las marcas en la nieve del glaciar, aquel día, dejaron ver que alcanzaron el último contrafuerte rocoso, en la zona del embudo y desde allí se precipitaron por una pendiente, que en ese lugar alcanza los sesenta grados, y pierde inclinación considerablemente a medida que baja.
Las circunstancias particulares que desencadenaron esa caída, de más de 600 metros de desnivel, no se pudieron establecer, los cuerpos fueron rescatados por la patrulla de la Policía de Mendoza, y las actuaciones judiciales que incluyeron: autopsia de los cuerpos y declaraciones de quienes teníamos alguna vinculación con los caídos y otras personas que estuvieron cerca del lugar, se realizaron en un juzgado de esa jurisdicción.

A pesar del dolor sin limites de los familiares y desde luego de quienes compartimos esta actividad, aun hoy permanecemos en contacto con las limitaciones que la evolución de la vida, las distancias y las circunstancias particulares imponen, conservamos el contacto y muy vivo el recuerdo de nuestros seres tan queridos.